La metodología agile constituye un proceso en el cual un equipo puede gestionar un proyecto dividiéndolo en varias etapas. Todas las partes involucradas en el proyecto estarán involucradas en él, por lo que la iteración entre el cliente y el equipo es constante, pudiendo introducir cambios y mejoras en cualquier etapa.
El agile surge a principios del siglo XXI, cuando los CEOs de las principales empresas de desarrollo de software en EEUU se reúnen para diseñar en común una serie de buenas prácticas a seguir para mejorar su metodología de trabajo. Allí crean el conocido como manifiesto ágil, una serie de pautas a seguir que se basa en un modelo de mejora continua donde se planifica, se crea, se evalúa el resultado y se mejora. Es algo constante y rápido, que posee plazos de entrega reducidos, evitando así la dispersión y centrando el foco en una única tarea encomendada para cada miembro del equipo.
Esta metodología tan popular en la actualidad es promovida por multitud de organizaciones y está muy presente en la formación en materia de recursos humanos. Cada vez son más las empresas que apuestan por utilizar la metodología agile en su día a día, obteniendo grandes beneficios en el resultado final.
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¿En qué consiste la metodología agile?
Como ya hemos nombrado, la metodología agile se divide en varias etapas. La primera fase consistirá en una toma de contacto con el cliente donde describirá qué problema debe resolver el producto final y cómo debe de utilizarse. El equipo de trabajo comenzará a pivotar sobre esta información para asentar las bases del proyecto.
Una vez comenzado el trabajo, los equipos realizan un ciclo reiterativo de planificación, ejecución y evaluación en cada fase. De esta forma, el proceso se adapta a las necesidades del cliente y los posibles cambios que pudieran surgir en cualquier parte del proceso, sin que esto supusiese volver a tener que empezar de nuevo.
La colaboración continua entre el equipo y las partes interesadas es clave para poder tomar decisiones plenamente informadas.
Ventajas del uso de metodologías agile
Las ventajas de emplear la metodología agile en un proyecto son:
- Mejor calidad: Minimización de los errores y mejora de las funcionalidades del producto final.
- Mayor compromiso: El empleado se centra en la tarea encomendada, reduciendo su dispersión y mejorando su satisfacción y su desempeño profesional.
- Conciencia de equipo: Cada trabajador posee una serie de tareas asignadas que posteriormente se integran entre sí, ayudando a la unión y la comunicación del equipo.
- Rapidez: Se acortan los ciclos de producción y se minimiza el tiempo de reacción y de toma de decisiones.
- Aumento de la productividad: Al asignar mejor las tareas que debe desempeñar cada miembro del equipo se reparten mejor los recursos y mejora la producción de forma global.
Gestión ágil de personas en entornos VUCA
La integración de metodologías ágiles en entornos VUCA es muy recomendable para poder hacer frente a los cambios que puedan surgir, muchas veces de forma repentina e imprevista, lo cual sumerge a las empresas en una situación de incertidumbre.
Gracias a la división por etapas del proyecto, con un ciclo constante que se repite por cada fase, logramos que en este círculo puedan integrarse todos los cambios que puedan surgir durante el transcurso del trabajo, haciendo que el equipo esté prevenido ante cualquier posible cambio o circunstancia que les obligue a modificar o introducir nuevas funcionalidades.
Al ser un método en que promueve la mejora continua de forma constante y rápida, permite adaptarse muy bien a las posibles adversidades que nacen en un entorno VUCA.
La metodología agile es muy común en aquellas empresas del sector IT, en especial aquellas especializadas en el ámbito del desarrollo de software, creación de productos digitales y un largo etcétera, aunque cada vez se va extendiendo a un mayor número de sectores, como el de las finanzas. Las ventajas que aporta este método a todo tipo de empresas son múltiples y es por ello que cada vez es más popular demandar a todo tipo de directivos y empleados una formación ágil para poder integrarse en equipos especializados en integrar esta forma de trabajo en su día a día.