En el intento de prever qué es lo que ocurrirá en el futuro con las nuevas tendencias, en esta entrada me voy a fijar en la tecnología 3D.
Parece que la globalización sólo funciona si las empresas son competitivas a nivel global. Si no puedes competir más que a nivel local, no es muy agradable que venga una de fuera y arrase con tu mercado. No hay más que acordarse de cuando los grandes centro comerciales con sus hipermercados arrasaron a las tiendas de comestibles del centro de las ciudades. Éstas o se especializaban en un surtido premium o abrían 24/7 (regulación mediante) o, directamente, cerraban.
Las empresas más grandes, para generar economías de escala han ido deslocalizando la producción allá donde la mano de obra es más barata. De ese modo se pueden fabricar grandes cantidades de un producto con un buen margen, sin embargo se pierde en flexibilidad en caso de roturas de stock. Si dependo de una fabrica de China o Taiwan, o de donde sea (pero lejos) y hago corto con mis estimaciones o hay un pico de demanda y me quedo sin stock, a mi proveedor le va a llevar tiempo volver a fabricar y, sobre todo, transportar.
Esto es lo que estamos viviendo, que los países han perdido flexibilidad porque no han cultivado un tejido productivo basado en fabricar sino en prestar servicios. Quizás este modelo sufra una modificación en poco tiempo. Fabricar en Europa va a ser un punto fuerte para los del viejo continente, pues va a permitir tener mayor flexibilidad. Algo parecido puede ocurrir en Argentina, donde el mercado es grande y toda medida proteccionista parece interesante para incentivar el consumo interno.
Los mercados probablemente pasen a ser menores en tamaño (consumo interno, turismo interno) y menos atractivos (menor cantidad de dinero disponible), pero es que probablemente había un exceso de oferta.
Hemos visto que la comunidad maker se ha movilizado durante estos días ,armados con sus impresoras 3D, tanto en España como en Argentina para ponerse a fabricar piezas necesarias para los respiradores. Ha sido una reacción espontánea, muy en la línea de cómo este colectivo en lo relativo a descentralización y autosuficiencia.
¿Es posible que los gobiernos y las empresas comiencen a apoyarse cada vez más en este movimiento?
Si pensamos que va a primar la flexibilidad sobre la escala, la respuesta será un sí.
No sería extraño ver que una parte de la innovación en procesos de las empresas vaya en esta dirección. Pero también puede convertirse en un nueva línea de negocio si las empresas van adquiriendo nuevas habilidades y capacidades en impresión 3D. Así, podríamos pasar a ser fabricantes de piezas para nuestra competencia si lo que nuestro sector está buscando es flexibilidad y dejar de depender del exterior.
Para los países de Latinoamérica esta opción puede resultar muy atractiva, en tanto que va en la línea de consumo y fabricación internas, protegiéndose así frente a ingerencias externas.
Índice del artículo
¿Qué haría si yo fuera un maker después de que pase esta ola?
Aprender qué fallos típicos sufren los distintos aparatos presentes en una UCI y en un hospital, pues esos repuestos son los más necesarios y se convierten en críticos. Seguro que que para las marcas de los grandes equipos es un dolor de cabeza tener stock de todos los repuestos de todos sus productos durante los años que marque la ley. Con esa información puedo ofrecer valor a los hospitales, a los fabricantes de equipos y al regulador.
Como este ejemplo pueden surgir cientos en otros sectores que no están tan de actualidad pero que son mercados muy grandes: componentes para automoción, calefacción, climatización, juguetería… En definitiva, todo lo que actualmente se fabrica en China pero donde prima la flexibilidad sobre la escala.
¿Qué haría si fuera una empresa fabricante de material de equipos?
Desde ya, establecer cualquiera de los distintos de innovación que existen de cara a innovar en procesos con el fin de mejorar la propuesta de valor de mi empresa y, en lo posible, desarrollar nuevos modelos de negocio relacionados. Desde open innovation y laboratorios de innovación, hasta alianzas del grupo estratégico, pasando por adquisiciones de empresas o directamente a través de desarrollo orgánico.
¿Qué le pediría al regulador?
Facilitar la homologación de piezas surgidas de este tipo de fabricación y ayudar a la innovación en este tipo de fabricación ágil. Especialmente en automoción y salud, los cuales son sectores estratégicos para casi cualquier estado.
Parece que el coronavirus ha podido pegar un acelerón a esta curva. Si ese es el caso, invertir y desarrollar este tipo de movimiento parece acertado.
Por ahora, voy a seguir recabando información y ya os iré contando. Si tienes algo que aportar sobre el tema ¡soy todo oídos!